jueves, 26 de mayo de 2011

Días de cambios

Después de un tiempo con mucha actividad, estas dos últimas semanas he disfrutado de un poco más de relax y tranquilidad. Coincidiendo con el día nacional de Noruega, el 17 de mayo, tuve la visita de Andy.
El 17 de mayo se celebra el aniversario de su constitución firmada en el año 1814, que les declaraba como nación independiente, aunque no fue hasta el año 1905 cuando se independizaron de Suecia mediante un referéndum. A quién le interesaba mantener un país enorme, con poblaciones muy remotas, frío y lleno de pescadores?
Una lástima, para Suecia claro, que Noruega se haya convertido en uno de los países más ricos del mundo debido a que encontraron petróleo justo enfrente de sus costas, en el Mar del Norte. Sólo un apunte, Gran Bretaña dispone de más petróleo que Noruega en el Mar del Norte, pero no es lo mismo dividir entre todos los habitantes de Gran Bretaña que entre los casi 5 millones de habitantes de Noruega.

Al tema, para celebrar éste dia tan especial, se organiza un desfile donde quien desfila son los niños de todas las escuelas. La ciudad se tiñe de los colores rojo, azul y blanco de la bandera nacional, y la gente saca a relucir sus vestidos tradicionales.



Esta vez el tiempo acompañó y disfrutamos de un día perfectamente soleado y caluroso en el centro de Oslo, aunque por la tarde cayeron algunas gotas, no empañó la celebración de éste día tan importante, acompañado de conciertos, banderas y pølsen.


La primavera en Noruega es muy cambiante. Aunque Oslo está situada en una zona meterológicamente estable, teniendo en cuenta que estamos en Noruega, no evita que en el mismo día puedes tener sol, nubes, lluvía, viento y otra vez sol.
Los últimos días han sido bastante lluviosos y ventosos, de quedarse en casa escuchando nuevas propuestas musicales y viendo películas, aunque el tiempo nos ha regalado algunos momentos para salir a disfrutar del sol, que por cierto, no se pone hasta bien tarde, y sale demasiado temprano. Incluso tan al sur de Noruega los días se hacen muy largos, teniendo ahora mismo unas 4 horas de noche, sin llegar a ser oscuro del todo.




Un paseo por las orillas del río Lysakerelva nos descrubre lugares como éste, a tan sólo unas pocas paradas de metro del centro de la ciudad.




Y así estoy apurando mis últimos días en Oslo, ya pensando en mi regreso a Barcelona.


No hay comentarios:

Publicar un comentario