martes, 12 de abril de 2011

Visitas

Aprovechando la visita de Bego, Jaume y Guillem durante varios días nos decidimos a alquilar un coche y escaparnos de la ciudad, huyendo del gris de los edificios y el asfalto de Oslo y buscando paisajes y tranquilidad, la verdadera Noruega.
El viernes con un cielo totalmente despejado pusimos rumbo a la zona de Aurlandsvangen, a unos 350km de distancia. Viajar en Noruega siempre lleva más tiempo del que inicialmente cuentas, por varios motivos. Las carreteras no son el punto fuerte de éste pais, debido a su orografía, y el clima no ayuda. Mirando la parte positiva, ésto hace que viajar por Noruega sea una actividad a tomarse con calma y disfrutando de los paisajes que puede ofrecer, que no son pocos.

Después de acercarnos hasta Gol, decidimos coger la ruta más directa, pasando por Hol, hasta Aurlandsvangen. Se ha girado viento aunque el día sigue impecable. Empezamos a ganar altura y el paisaje cambia radicalmente con ésta. Dejamos atrás la primavera y sus valles con los tonos marrones debidos a varios meses cubiertos de nieve dejan paso a los tonos blancos de la nieve y cristalinos del hielo. Conducimos por las orillas del lago Strandavatnet, y al otro lado de éste queda Hallingsvarket, parque nacional con montañas de hasta 1900metros.



Seguimos avanzando hasta que nos encontramos una caravana de coches, y después de preguntar, nos dicen que la carretera está cerrada por un desprendimiento de rocas, que hay que esperar 3horas y media aproximadamente.



Decidimos darnos la vuelta y buscar algun sitio a resguardo del fuerte viento para hacer una de las grandes tradiciones noruegas, pølsen, es decir salchichas de frankfurt, en barbacoa de un sólo uso. Después de pasar un rato, volvemos a la zona y vemos que no queda nadie de la caravana de coches, pero la barrera está bajada. Parece que hemos perdido nuestra oportunidad de pasar. Decidimos dar la vuelta por donde hemos venido, y coger otra carretera, ya que no queremos pasarnos todo el día esperando. Volvemos atrás a Hol y cogemos el camino a Hemsedal, la estación de esquí más famosa en el mundillo del snowboard en Noruega, y de aquí, después de pasar un puerto de montaña con vientos huracanados que hacía que a veces se creara una nube de nieve que nos dejara totalmente sin visión, volvimos al fondo del valle otra vez, para después de pasar por la iglesia de madera de Borgund, en la cual ya estuve en mi viaje en verano por el sur de Noruega, el ejemplo mejor conservado y más famoso de las iglesias de madera noruegas. De ahí cogimos el túnel más largo del mundo, que va de Lærdal a Aurland, y allí finalmente llegamos, más tarde de lo esperado, a nuestra cabaña en el camping.

El día apareció otra vez sin una nube, y aun estando a nivel de mar, ya que estamos en un fiordo, un poco fresco.



Nos quitamos las legañas, y corriendo para Flåm que no queremos perder el tren que ya perdimos ayer. El tren de Flåm es muy conocido por ser uno de los trenes con mayor desnivel del mundo ya que va desde nivel de mar hasta 886metros de altura, en Myrdal, donde conecta con la linea que va de Oslo a Bergen. son unos 20km de recorrido espectacular, incluyendo curvas en espiral para ganar pendiente, donde se disfruta de las vistas y de como en una distancia de 20km el panorama cambia completamente debido a la altura.







La zona, como se aprecia en las fotos, tiene mucho terreno para el snowboard de montaña. Y la nieve todavía tiene buena pinta, hace frío en altura, pero esta vez el viaje es de turismo, el snowboard tendrá que esperar.

Cogemos el tren de bajada otra vez, y nos ponemos en dirección a Gudvangen, donde un vikingo nos da la bienvenida.



Desde aquí teníamos que coger un ferry que nos llevaría de vuelta a Flåm, pero el hecho de que sea un sitio muy turístico hace que nos quedemos sin plazas en el ferry y tengamos que rehacer los planes. Decidimos coger una carreterita que va paralela al fiordo hasta que encontramos un pequeño embarcadero de madera, sitio perfecto para comer algo. El día se ha nublado, pero las temperaturas siguen siendo agradables.

Jaume observando el fiordo y su tranquilidad.



Después de una comilona de primer nivel, volvemos al coche hacia la siguiente parada, que es el mirador Stegastein, con una vista inmejorable sobre Aurlandsfjorden. Las imágenes hablan por sí solas, a nivel de mar se puede apreciar Aurland.






De aquí decidimos volver a la carretera para emprendre el camino a casa, que ya se estaba haciendo tarde y quedaba un largo camino por recorrer. La carretera que ayer estaba cortada está abierta ahora, así que la cogemos, y rápidamente vemos el desprendidimiento que ocasionó el cierre de la carretera, y quizás nunca debimos coger esa carretera, ya que cuando ya estabamos dejando las curvas de carretera de montaña, en un pequeño túnel en curva, una furgoneta iba demasiado rápido de bajada, invadió nuestro carril y hizo que chocáramos contra ella, al no poder esquivar ninguno de los dos al otro debido a la capa de 15cm de hielo de la carretera. El choque fue serio, los airbags saltaron, pero no hubo que lamentar nada, todos salimos totalmente ilesos, a excepción de algún chichón y morado, cosa de la que tenemos que estar muy contentos! El coche no corrió tanta suerte, y la rueda y suspensión estaban totalmente sacadas de su sitio y lo dejó inservible.

foto con el Iphone de Guillem



Después de ésto, la policía nos llevó de vuelta a Lærdal, donde después de 5horas esperando, cogimos un bus nocturno que nos devolvió a Oslo a las 5:30 de la mañana. Un viaje más largo y accidentado de lo esperado, pero contentos por estar bien y que quedara sólo en un susto, y por haber visto una pequeña parte más de este precioso país, que siempre guarda paisajes con los que impresionarte.


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